Normalmente lo que nos viene a la
mente al escuchar la palabra geisha
es una mujer muy hermosa, con rostro blanco, vestida con un kimono. Y si
queremos ahondar más en el asunto nos atreveríamos a decir que practican varias
artes como tocar el shamisen (un
tipo de instrumento), danzar con abanicos, realizar la ceremonia de servir el
té, saben crear una atmosfera interesante porque deben conocer desde política,
historias graciosas y de reflexión; en fin, son educadas y gráciles anfitrionas.
En cuanto a la paga generalmente es muy buena ($60,000 a infinito por velada) y
dependen del estatus del invitado y la escases actual entre ellas (menos de 1,000
geishas) a diferencia de la antigüedad en el año 1700 eran cerca de 80,000
geishas incrementa drásticamente sus servicios.

Al terminarlo no me dejaba convencer y proseguí con
informarme mejor con respecto a la palaba geisho, sí, leíste bien, no es un
error de dedo.
Luego de masticar la idea un poco más recordé que en el kabuki (teatro japonés) utilizaban a
hombres para representar el papel de las doncellas y así me fui convenciendo de
que la idea no era tan descabellada después de todo.
Antiguamente en el siglo XIII las primeras geishas fueron hombres y aún se les conoce como houkan ó taikomochi (taiko: tambor y mochi: portador) que quiere decir: ¨el que lleva/porta el tambor¨. Igualmente vivían en distritos del entretenimiento (no placer, porque no son prostitutos ni prostitutas) y sus clientes se deleitaban con el espectáculo ofrecido por la música, el baile y la charla.


Antes de la Primera Guerra
Mundial (1908) habían 470 taikomochis sin embargo, ahora escasean (se reporta que hay
4 en Tokyo y 1 en Kyoto).
Desafortunadamente la gente joven no está interesada
en sacrificar tiempo y esfuerzo para adiestrarse en el ámbito laboral de
convertirse en una geisha o taikomochi.
Siendo muy apreciados los que aún
quedan como son: Shozo Arai, Taikomochi Shichiko y Tamasuke por decir algunos.
Los taikomochi llegan a jubilarse hasta los 88 años y sin
sentir competencia contra las geishas, ellos se declaran más extrovertidos y
dichosos en realizar este oficio.
L.D
Referencias:
-Party
animal: A most unusual geisha by Marianne Robin and Eiko Murata. WINDS April
1992. JAL
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